aunque lo parezca, no, no he muerto.

parece que desapareces
te mueves, dejas huella
te observo por la mirilla
parece que sigues siendo ella

*en contínua reforma

la verdad y la mentira

en tan poca distancia puede haber tanta diferencia...

¿el tiempo se ha agotado?

no soy yo
eres tú, mar
el que me ahoga
haciéndome callar

es brutal

me deslizo
sin apenas prisa 
por tus sábanas de cristal


cada vez que te rompes
yo te observo
te observo sin descanso

en tu boca
romperán las olas
como la tinta
quedándose a solas
en tu piel...


 (*y hasta aquí puedo escribir)

debo decirte que suena tentador
pero resulta improvable

tu voz me habla y sangro

todo es un gran desastre

eh, mira tú
mis huesos han llegado hasta el río
junto a la sangre de las sombras
de las que ya apenas me fío.

no paran de repetir
que lo vuelva a intentar más tarde
seguir insistiendo
     acabará con mi paciencia

búscame luego
(luego significa: cuando haya desaparecido)

tener una sed casi incontrolable
tener ganas de beber de ti
de morderte, y de fumarte

(me entró el pánico por unos instantes)

me dicen que la sal
al final llegó hasta mi paladar
puede ser que sea verdad
yo no decido, solo dios dirá

¿estoy a tus pies?
una gran mentira

encuentros verdaderamente fatales

me pierdo por momentos y me encuentro a ratos
y cómo lo odio

aún me pregunto si es posible caer sin hacerse daño

pensé que me había caido
desde el balcón de nuevo
y no creí del todo bien
ya no sé lo que recuerdo

noté algo bajo mi dermis
que me recorrió por dentro

tanta ¿locura?
tantas noches
tanta soledad

tanto que no sé explicar
tanto que se me quedó perdido
-por el camino-
tanto que me hiere
tanto que me mata en vida
-disuelto en vino-

es tantas personas a la vez que ya no sé reconocerle.
cuando bromea y cuando no, será cuestión de adivinarlo.

él es preciso y cortante
habla en tonos irónicos
-en ocasiones, resulta excitante-

y yo, cómo no,
caí rendida
a sus palabras de cortesía

a veces en los instantes de las mañanas
en las que el viento decide ser rebelde
mi pelo se remueve con una asombrosa facilidad
como mares de un lado a otro constantemente.

se me llenan las venas
de delirios en forma de aullidos
mientras una melodía de piano
-inquietante- se cuela por mis oidos.

¿y quién sería capaz de dudarlo?
recuerdo que fuistes lista pero en vano
porque tú tampoco conseguistes evitarlo.
la última muerte voluntaria del día
retumba en las paredes del vetusto salón
todo se percibe tan negro, culpable y frío
que resulta fácil tiritar ante semejante situación.

y creo que hay espacio para ti
mira este pequeño hueco
que te he guardado
te aseguro que no vas a sufrir
ya me contarás luego qué tal
cuando te hayas acomodado

esos rayos de luz que vienen hacia mí
oh madre
resultó ser todo una trampa
conocerte
resultaba extraño pero cierto
la magia se esfumó
(no me has guardado el secreto)
qué tonta he sido

maldita la noche
en la que se dejó caer
se encontró
en medio del bosque al amanecer
le susurraba a los árboles
ellos no podían entender
sus latidos sin rumbo
que echaban a correr.

perder la visión
en los reflejos de estos pasillos
inóspita y recóndita luz
desgarrada por nuestros colmillos.

la mujer soledad que se ha quedado viuda
ahora te pone flores en tu lápida y
pide piedad

en aquella pequeña isla
encontré perlas de mar
una gran piscina natural
con sabor a sal.
en tus pupilas se reflejaba
el precioso azul del atlántico
corríamos hasta la orilla
mientras pensaba que todo era tan fantástico.
(II)

donde el eco nos secuestra en sus redes
y nos lleva a la parte más profunda del mar
miramos de derecha a izquierda con impaciencia
-dudo que alguien nos venga a buscar.
tras quedarnos a la deriva un tiempo
en las aguas de este frío y húmedo desierto
la corriente nos arrastró lejos
hasta descubrir algo que no parecía cierto.
(logramos pisar tierra) (I)

tu sonrisa eleva tus mejillas
te digo susurrándote: -¡estás radiante esta noche!
te das cuenta de que ya es la hora
-espera un segundo, ¿y las llaves del coche?

(II)

preparas tu vestido rosa de volantes
tus zapatos de cristal y diamantes
tus ojos color océano (perfilados)
tus labios rojos cual perfecta amante.

(I)

-he dejado de prestarte atención
desde el primer momento que has empezado a hablar
perdón por mí descortesía, querido
¿puedes repetir lo que has dicho una vez más?

galaxias con espacio suficiente
como para lograr separarnos por siempre
una distancia que arde en la atmósfera
y hace que mi órgano vital tiemble.

dios, solo te pido que por una maldita vez, me hagas caso y dejes de ignorarme
aún no sé por qué conservo la estúpida fé, de que algún día vengas a salvarme.

la muerte anclada por un suspiro
el crimen perfecto planeado para hoy
el rastro se desangra por el pasillo
atrapo el asesinato y me voy.

la sobredosis recorre mi metabolismo
hasta dejarlo en un placer etílico
las noches inyectadas en sangre
la percepción del peligro en estado crítico.

aún siguen quedando restos de cristales
en nuestras pálidas manos
¿qué hemos hecho esta vez?
somos más salvajes y menos humanos.

-¿cómo he podido ser tan estúpida?
me preguntaba durante horas sin cesar
no creer en nada me llevó a creer
en todo lo que no era verdad.



 (cuando termine esta calada
volveré a recordar
lo que intento olvidar
los dolores que se clavan)

mis gritos acabarán tirándose al mar
y ahogándome a mí
no me fio ni un pelo de las sirenas
que pasean por aquí.
impediré que las olas
me arrastren y me arresten
escaparé aunque me cueste
de su maldita jaula de cristal.

sus labios se han quedado mudos
sus venas se han teñido de negro
sus párpados se han dormido
su cuerpo flota en el Ebro.

hubiese sido mejor
cerrar la puerta al irme de allí
llevaba la maleta vacía
y en mi bolsillo el rojo carmín.
miré de reojo hacia atrás
tragué saliva y me fui
bajé las escaleras con prisa
dije que no lloraría, pero mentí.
pedí un taxi para que
me llevara a casa lo antes posible
llegué al portal destrozada
triste y sola pasé una noche horrible.

sabes como enfermarme
y convertirme en pedazos
sabes desaparecer sin dejar huella
y esfumarte de mis brazos.
 aún conservo recuerdos analógicos
fotografias por toda la habitación
y sigo hablando con las paredes
esperando que me conteste tu voz.

las hojas en blanco me atacan,
los monstruos me quieren morder,
los genarios aún sin regar,
y él me odia por joder./

las voces que no saben hablar,
son las únicas que puedo escuchar,
las olas que no rompen,
son las que nos vienen a atacar.